La anguila robótica que detecta el grado de contaminación del agua
Reseado el 22/03/18 por prospectiva
Revista: “Ingeniería Química”
27 septiembre, 2017
Es capaz de tomar decisiones propias al analizar su alrededor y desplazarse hacia el lugar más tóxico.
En la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, un grupo de investigadores desarrolló una anguila robótica que es capaz de encontrar las fuentes de contaminación y medir la toxicidad del agua gracias a sus sensores, tanto de forma remota como autónoma. El invento, bautizado como Envirobot, está equipado con sensores, químicos y biológicos que miden el agua que se encuentra en un radio de un metro y medio sin perturbar la vida acuática, y envían los datos a un computador en tiempo real.
El instrumento, que todavía está en periodo de prueba, logró identificar con éxito y plasmar en un plano las variaciones de conductividad en el agua y generó un mapa de temperatura, lo que representa un primer paso para el objetivo final del robot, que es ser capaz de detectar metales pesados como el mercurio u otros contaminantes.
“Los robots que nadan pueden tomar medidas y enviar datos en tiempo real -mucho más rápido que si tuviéramos estaciones de medición instaladas alrededor del lago Leman”, destacó el director del Laboratorio de Biorobótica de la Escuela de Lausana, Auke Ijspeert.
Además, tiene la capacidad de seguir una trayectoria programada con anterioridad, este robot tiene el potencial de tomar sus propias decisiones y rastrear independientemente la fuente de contaminación, nadando directamente a las zonas que presenten mayor toxicidad.
“El robot puede ser fácilmente desmontado, transportado a un depósito de agua remoto, por ejemplo, y volver a montar para comenzar las pruebas”, dijo Behzad Bayat, miembro del equipo de investigadores.
Algunos de estos módulos contienen sensores de conductividad y temperaturas, mientras que otros tienen cámaras pequeñas y sofisticadas que se llenan de agua cuando el robot está nadando, y que cuentan con sensores biológicos miniatura que albergan bacterias, pequeños crustáceos o células de peces. Estos observan cómo reaccionan estos organismos cuando entran en contacto con el agua en general. De este modo se podrá concluir el grado de contaminación existente.
Es capaz de tomar decisiones propias al analizar su alrededor y desplazarse hacia el lugar más tóxico.
En la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, un grupo de investigadores desarrolló una anguila robótica que es capaz de encontrar las fuentes de contaminación y medir la toxicidad del agua gracias a sus sensores, tanto de forma remota como autónoma. El invento, bautizado como Envirobot, está equipado con sensores, químicos y biológicos que miden el agua que se encuentra en un radio de un metro y medio sin perturbar la vida acuática, y envían los datos a un computador en tiempo real.
El instrumento, que todavía está en periodo de prueba, logró identificar con éxito y plasmar en un plano las variaciones de conductividad en el agua y generó un mapa de temperatura, lo que representa un primer paso para el objetivo final del robot, que es ser capaz de detectar metales pesados como el mercurio u otros contaminantes.
“Los robots que nadan pueden tomar medidas y enviar datos en tiempo real -mucho más rápido que si tuviéramos estaciones de medición instaladas alrededor del lago Leman”, destacó el director del Laboratorio de Biorobótica de la Escuela de Lausana, Auke Ijspeert.
Además, tiene la capacidad de seguir una trayectoria programada con anterioridad, este robot tiene el potencial de tomar sus propias decisiones y rastrear independientemente la fuente de contaminación, nadando directamente a las zonas que presenten mayor toxicidad.
“El robot puede ser fácilmente desmontado, transportado a un depósito de agua remoto, por ejemplo, y volver a montar para comenzar las pruebas”, dijo Behzad Bayat, miembro del equipo de investigadores.
Algunos de estos módulos contienen sensores de conductividad y temperaturas, mientras que otros tienen cámaras pequeñas y sofisticadas que se llenan de agua cuando el robot está nadando, y que cuentan con sensores biológicos miniatura que albergan bacterias, pequeños crustáceos o células de peces. Estos observan cómo reaccionan estos organismos cuando entran en contacto con el agua en general. De este modo se podrá concluir el grado de contaminación existente.