Juan Luis Arsuaga: “Es pronto para desaparecer como especie”
Reseado el 18/03/15 por prospectiva
Diario El País, España
El divulgador científico, dotado de una extrema sencillez para abordar temas, protagoniza la segunda entrega de la serie 'Así pasen cien años', que lanza una mirada al futuro.
A este paleontólogo le gana el entusiasmo y demuestra el mismo interés por lo que ocurrió hace millones de años como por la actualidad y el futuro.
Cree que la humanidad corre ese peligro? ¿Hay alguna posibilidad de que eso ocurra en el siglo XXII? Pasan cosas distintas de las que entonces se imaginaron. Lo que hoy tenemos aquí es la seguridad del consumo. Ahora está ocurriendo otro mundo feliz, pero de distinto signo. Es la sumisión entendida de otra manera, porque hay una libertad para muchas cosas que no tiene nada que ver con aquel modelo monstruoso, claro. Pero lo que está ocurriendo es que no somos capaces de salir de ese modelo de mundo feliz, donde la economía está basada en el consumo. Y el consumo es una falsa felicidad, la felicidad de alguien no debería ser comprarse zapatillas de moda todos los años, no era ese el concepto de felicidad al que aspiraban los griegos… Ahora tenemos ese espejismo de felicidad en Occidente que se extiende también por China y por India, y que nos va haciendo a todos iguales. Y esta sociedad del consumo tiene además otro grave problema, que es el gasto de energía. Yo consumo mucha más que mi padre; mi padre, mucha más que mi abuelo. Hay una necesidad creciente de energía, y esto tiene que tener algún final, un límite. Así vamos al desastre.
El divulgador científico, dotado de una extrema sencillez para abordar temas, protagoniza la segunda entrega de la serie 'Así pasen cien años', que lanza una mirada al futuro.
A este paleontólogo le gana el entusiasmo y demuestra el mismo interés por lo que ocurrió hace millones de años como por la actualidad y el futuro.
Cree que la humanidad corre ese peligro? ¿Hay alguna posibilidad de que eso ocurra en el siglo XXII? Pasan cosas distintas de las que entonces se imaginaron. Lo que hoy tenemos aquí es la seguridad del consumo. Ahora está ocurriendo otro mundo feliz, pero de distinto signo. Es la sumisión entendida de otra manera, porque hay una libertad para muchas cosas que no tiene nada que ver con aquel modelo monstruoso, claro. Pero lo que está ocurriendo es que no somos capaces de salir de ese modelo de mundo feliz, donde la economía está basada en el consumo. Y el consumo es una falsa felicidad, la felicidad de alguien no debería ser comprarse zapatillas de moda todos los años, no era ese el concepto de felicidad al que aspiraban los griegos… Ahora tenemos ese espejismo de felicidad en Occidente que se extiende también por China y por India, y que nos va haciendo a todos iguales. Y esta sociedad del consumo tiene además otro grave problema, que es el gasto de energía. Yo consumo mucha más que mi padre; mi padre, mucha más que mi abuelo. Hay una necesidad creciente de energía, y esto tiene que tener algún final, un límite. Así vamos al desastre.