Dambisa Moyo: El mundo entrará en guerra por los recursos
Reseado el 28/06/12 por prospectiva
La controvertida escritora y economista habla sobre por qué ella cree que el auge económico de China, combinada con la complacencia de Occidente, nos deja frente a un futuro de aterradora inestabilidad global
Nacida en Zambia en 1969, pasó sus primeros ocho años en los Estados Unidos antes de regresar con sus padres, ambos economistas, a la capital, Lusaka. A los 19 dejó nuevamente Africa, para adquirir una maestría en Harvard y un doctorado en Oxford y trabajar para el Banco Mundial y Goldman Sachs, antes de publicar su primer libro, en 2009.
Nacida en Zambia en 1969, pasó sus primeros ocho años en los Estados Unidos antes de regresar con sus padres, ambos economistas, a la capital, Lusaka. A los 19 dejó nuevamente Africa, para adquirir una maestría en Harvard y un doctorado en Oxford y trabajar para el Banco Mundial y Goldman Sachs, antes de publicar su primer libro, en 2009.
Para el 2030 unos 2 billones de personas se habrán unido a la clase media global. Dicho de otra manera, escribe Moyo, en menos de 20 años asistiremos a la creación de una clase media de aproximadamente el mismo tamaño que la población total actual de África, América del Norte y Europa.
Por supuesto, querrán celulares, heladeras, coches y lavadoras; Dos mil coches nuevos se lanzan a las calles de Beijing por día. En 2010 China tenía 40 ciudades con poblaciones de más de 1 millón; para 2020 planea agregar otras 225. Lo que implica para los recursos de los productos básicos de mundo es situación brutal y aleccionadora: la demanda mundial por alimentos y agua se prevé que aumente por 50 y 30 respectivamente para el año 2030, la presión sobre el cobre, plomo, zinc y maíz ya se está volviendo insostenible, y nadie tiene una pista de dónde se va a sacar la energía
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Por supuesto, querrán celulares, heladeras, coches y lavadoras; Dos mil coches nuevos se lanzan a las calles de Beijing por día. En 2010 China tenía 40 ciudades con poblaciones de más de 1 millón; para 2020 planea agregar otras 225. Lo que implica para los recursos de los productos básicos de mundo es situación brutal y aleccionadora: la demanda mundial por alimentos y agua se prevé que aumente por 50 y 30 respectivamente para el año 2030, la presión sobre el cobre, plomo, zinc y maíz ya se está volviendo insostenible, y nadie tiene una pista de dónde se va a sacar la energía
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