Se augura un año agitado para la economía mundial
Reseado el 01/02/12 por prospectiva
Informe Perspectivas económicas mundiales 2012 predice un año turbulento.
Países en desarrollo seguirán liderando el crecimiento mundial, pero a un menor ritmo.
'Segunda oleada' de la crisis financiera tendrá un alto costo para las naciones en desarrollo.
Países en desarrollo seguirán liderando el crecimiento mundial, pero a un menor ritmo.
'Segunda oleada' de la crisis financiera tendrá un alto costo para las naciones en desarrollo.
18 de enero de 2012 – La economía mundial está preparada para crecer en solo 2,5% en 2012, agobiada por el efecto dominó de la crisis financiera de 2008, según el informe publicado hoy del Banco Mundial Perspectivas económicas mundiales (GEP) 2012.
La crisis de la deuda soberana de Europa, que incluso empeoró en agosto de 2011, coincide con la ralentización del crecimiento en varios de los principales países en desarrollo (Brasil, India y, en menor medida, Rusia, Sudáfrica y Turquía). Esta situación refleja fundamentalmente las políticas de ajuste aplicadas desde fines de 2010 y principios de 2011 para enfrentar las presiones inflacionarias producto de un crecimiento excesivamente rápido.
Como resultado, el crecimiento de las naciones en desarrollo en 2012 se proyecta en 5,4%, la segunda tasa más baja en los últimos 10 años. El Banco también redujo el pronóstico de crecimiento para los países de ingreso alto en 2012 a 1,4%, y -0,3% para las naciones de ingreso alto de la zona del euro.
En consonancia con la desaceleración del crecimiento, el comercio mundial, que se expandió en un estimado de 6,6% en 2011, crecerá solo en 4,7% en 2012, antes de volver a repuntar a 6,8% en 2013.
La aversión al riesgo a partir de la crisis de la deuda en la zona del euro se ha propagado tanto a los países en desarrollo como a otras naciones de ingreso alto. La rentabilidad de la deuda soberana de los países en desarrollo se redujo en un promedio de 117 puntos base (bps) entre fines de julio de 2011 y comienzos de enero de 2012, tal como sucedió en la mayoría de los países de la zona del euro, entre ellos Francia (86 bps) y Alemania (36 bps), y en aquellos fuera de la zona del euro, como el Reino Unido (18 bps).
Las corrientes de capital hacia los países en desarrollo se debilitaron drásticamente producto del retiro de sumas considerables de sus mercados por parte de los inversionistas en el segundo semestre de 2011. Los flujos brutos hacia estas naciones se desplomaron hasta los US$170.000 millones, solo el 55% de los US$309.000 millones recibidos durante el mismo período de 2010.
Los mercados bursátiles de los países en desarrollo perdieron el 8,5% de su valor desde fines de julio. Esto, combinado con la caída de 4,2% en los mercados accionarios de ingreso alto, se tradujo en pérdidas de riqueza por US$6,5 billones o el 9,5% del PIB mundial.
El informe GEP insta a los países en desarrollo a prepararse para incluso más inconvenientes, mientras aún están a tiempo, evaluando sus vulnerabilidades y alistándose para las contingencias. Las medidas contempladas incluyen encontrar financiamiento anticipado para los déficits presupuestarios, dar prioridad al gasto en redes de protección social e infraestructura con el fin de velar por el crecimiento a largo plazo y someter a pruebas de esfuerzo a los bancos para evitar crisis bancarias nacionales.
En los anexos regionales del informe se analizan en profundidad las perspectivas de cada región en desarrollo, identificando sus vulnerabilidades y riesgos específicos y ofreciendo recomendaciones de políticas generales para mitigar los efectos de una crisis que, según el informe GEP, no dejará a nadie indemne.
Para Asia oriental y el Pacífico, afectada por las inundaciones en Tailandia y la agitación en Europa, se estima que el crecimiento del PIB regional redujo su ritmo hasta 8,2% en 2011 y se proyecta que disminuya aún más a 7,8%, en 2012 y 2013. El crecimiento de China se calculó en 9,1% en 2011 y se espera que descienda a 8,4% en 2012.
Europa y Asia central creció en aproximadamente 5,3% en 2011. Sin embargo, la desaceleración que afecta a los países de ingreso alto de Europa, algunas problemáticas presiones inflacionarias y la reducción en los flujos de capital debido a la crisis de la zona del euro podrían frenar el crecimiento regional y llegar a 3,3% en 2012, antes de volver a recuperarse y alcanzar 4,3% en 2013.
América Latina y el Caribe creció en torno al 4,2% en 2011 y se espera que el crecimiento disminuya a 3,6% en 2012, antes de volver a repuntar y alcanzar 4,2% en 2013. El debilitamiento de la economía mundial, la incertidumbre de la crisis de la deuda de los países de la zona del euro, la ralentización de la economía de China y la aplicación de políticas que han frenado la demanda local son algunos de los factores que están pesando en sus perspectivas de crecimiento.
Los dramáticos cambios políticos en Oriente Medio y el Norte de África perturbaron considerablemente la actividad económica en algunos de los países de la región, mientras que el deterioro de la situación externa contrajo el crecimiento a aproximadamente 1,7% en 2011. Según los pronósticos, el crecimiento se mantendrá bajo en 2012, en 2,3%, y aumentará a un estimado de 3,2% en 2013.
El crecimiento de Asia meridional descendió hasta aproximadamente 6,6% en el año calendario 2011, situación que refleja una aguda desaceleración en India durante el segundo semestre, así como otras turbulencias externas. Se espera que el crecimiento del PIB de la región disminuya aún más, hasta llegar a 5,8% en 2012, antes de recuperarse y alcanzar 7,1% en 2013.
El crecimiento en África al sur del Sahara se mantuvo firme en 2011 en 4,9%. Sin incluir a Sudáfrica, la tasa del resto de la región fue aún más sólida: 5,9% en 2011, perfilándola como una de las regiones en desarrollo de más rápido crecimiento. Se estima que su crecimiento se acelerará a 5,3% en 2012 y a 5,6% en 2013.
fuente: http://go.worldbank.org/FFLDZ0C3I0
La crisis de la deuda soberana de Europa, que incluso empeoró en agosto de 2011, coincide con la ralentización del crecimiento en varios de los principales países en desarrollo (Brasil, India y, en menor medida, Rusia, Sudáfrica y Turquía). Esta situación refleja fundamentalmente las políticas de ajuste aplicadas desde fines de 2010 y principios de 2011 para enfrentar las presiones inflacionarias producto de un crecimiento excesivamente rápido.
Como resultado, el crecimiento de las naciones en desarrollo en 2012 se proyecta en 5,4%, la segunda tasa más baja en los últimos 10 años. El Banco también redujo el pronóstico de crecimiento para los países de ingreso alto en 2012 a 1,4%, y -0,3% para las naciones de ingreso alto de la zona del euro.
En consonancia con la desaceleración del crecimiento, el comercio mundial, que se expandió en un estimado de 6,6% en 2011, crecerá solo en 4,7% en 2012, antes de volver a repuntar a 6,8% en 2013.
La aversión al riesgo a partir de la crisis de la deuda en la zona del euro se ha propagado tanto a los países en desarrollo como a otras naciones de ingreso alto. La rentabilidad de la deuda soberana de los países en desarrollo se redujo en un promedio de 117 puntos base (bps) entre fines de julio de 2011 y comienzos de enero de 2012, tal como sucedió en la mayoría de los países de la zona del euro, entre ellos Francia (86 bps) y Alemania (36 bps), y en aquellos fuera de la zona del euro, como el Reino Unido (18 bps).
Las corrientes de capital hacia los países en desarrollo se debilitaron drásticamente producto del retiro de sumas considerables de sus mercados por parte de los inversionistas en el segundo semestre de 2011. Los flujos brutos hacia estas naciones se desplomaron hasta los US$170.000 millones, solo el 55% de los US$309.000 millones recibidos durante el mismo período de 2010.
Los mercados bursátiles de los países en desarrollo perdieron el 8,5% de su valor desde fines de julio. Esto, combinado con la caída de 4,2% en los mercados accionarios de ingreso alto, se tradujo en pérdidas de riqueza por US$6,5 billones o el 9,5% del PIB mundial.
El informe GEP insta a los países en desarrollo a prepararse para incluso más inconvenientes, mientras aún están a tiempo, evaluando sus vulnerabilidades y alistándose para las contingencias. Las medidas contempladas incluyen encontrar financiamiento anticipado para los déficits presupuestarios, dar prioridad al gasto en redes de protección social e infraestructura con el fin de velar por el crecimiento a largo plazo y someter a pruebas de esfuerzo a los bancos para evitar crisis bancarias nacionales.
En los anexos regionales del informe se analizan en profundidad las perspectivas de cada región en desarrollo, identificando sus vulnerabilidades y riesgos específicos y ofreciendo recomendaciones de políticas generales para mitigar los efectos de una crisis que, según el informe GEP, no dejará a nadie indemne.
Para Asia oriental y el Pacífico, afectada por las inundaciones en Tailandia y la agitación en Europa, se estima que el crecimiento del PIB regional redujo su ritmo hasta 8,2% en 2011 y se proyecta que disminuya aún más a 7,8%, en 2012 y 2013. El crecimiento de China se calculó en 9,1% en 2011 y se espera que descienda a 8,4% en 2012.
Europa y Asia central creció en aproximadamente 5,3% en 2011. Sin embargo, la desaceleración que afecta a los países de ingreso alto de Europa, algunas problemáticas presiones inflacionarias y la reducción en los flujos de capital debido a la crisis de la zona del euro podrían frenar el crecimiento regional y llegar a 3,3% en 2012, antes de volver a recuperarse y alcanzar 4,3% en 2013.
América Latina y el Caribe creció en torno al 4,2% en 2011 y se espera que el crecimiento disminuya a 3,6% en 2012, antes de volver a repuntar y alcanzar 4,2% en 2013. El debilitamiento de la economía mundial, la incertidumbre de la crisis de la deuda de los países de la zona del euro, la ralentización de la economía de China y la aplicación de políticas que han frenado la demanda local son algunos de los factores que están pesando en sus perspectivas de crecimiento.
Los dramáticos cambios políticos en Oriente Medio y el Norte de África perturbaron considerablemente la actividad económica en algunos de los países de la región, mientras que el deterioro de la situación externa contrajo el crecimiento a aproximadamente 1,7% en 2011. Según los pronósticos, el crecimiento se mantendrá bajo en 2012, en 2,3%, y aumentará a un estimado de 3,2% en 2013.
El crecimiento de Asia meridional descendió hasta aproximadamente 6,6% en el año calendario 2011, situación que refleja una aguda desaceleración en India durante el segundo semestre, así como otras turbulencias externas. Se espera que el crecimiento del PIB de la región disminuya aún más, hasta llegar a 5,8% en 2012, antes de recuperarse y alcanzar 7,1% en 2013.
El crecimiento en África al sur del Sahara se mantuvo firme en 2011 en 4,9%. Sin incluir a Sudáfrica, la tasa del resto de la región fue aún más sólida: 5,9% en 2011, perfilándola como una de las regiones en desarrollo de más rápido crecimiento. Se estima que su crecimiento se acelerará a 5,3% en 2012 y a 5,6% en 2013.
fuente: http://go.worldbank.org/FFLDZ0C3I0