¿Nos comeremos a todos los peces del mundo?
Reseado el 03/02/11 por prospectiva
Por Julián Gallo, Miércoles 2 Febrero 2011 LA NACIÓN
Algunos datos interesantes:
El consumo anual de pescado mundial alcanzó los 17 kilogramos por persona
El 15% de todas las proteínas animales que comieron 3.000 millones de personas provino de los peces
Hubo un marcado incremento en el consumo de peces de criadero.
La acuicultura creció a una tasa del 7%
60 millones de personas tienen empleo gracias a la pesca continental. Especialmente mujeres.
El 32 % de las reservas mundiales de peces están sobreexplotadas, agotadas o recuperándose, y necesitan ser reconstituidas con urgencia.
Crece la pesca recreativa. En Finlandia una tercera parte de las capturas totales de pescado provienen de esta modalidad
El informe advierte que la situación de las reservas mundiales de peces no ha mejorado y que el porcentaje total de las mismas en los océanos del mundo sobreexplotadas, agotadas o en fase de recuperación, no ha descendido, y se calcula que es ligeramente más alto que en 2006.
Un mundo sin peces
Los datos de FAO reavivan algunas ideas que pueden verse en el video que continúa. Se trata del trailer del documental “The end of the line. Un mundo sin peces”, una película acerca de las consecuencias de la sobrepesca mundial. El film hace un pronóstico en base a opiniones de científicos, en el cual, de seguir con las magnitudes de explotación pesquera que se tienen hasta el momento, hacia el año 2048 podrían desaparecer la mayoría de los peces y mariscos del mundo.
Es interesante que “The end of the line” establece una responsabilidad directa entre la desaparición de los peces y los hábitos de alimentación de los individuos. Es decir, la amenaza del colapso no sería el resultado de fenómenos naturales o industriales aislados del comportamiento de la mayoría, sino todo lo contrario. Los peces desaparecen, según el documental, simplemente porque nos los estamos comiendo cada vez en mayor número.
El informe de la FAO reconoce el problema y se muestra a favor de crear un registro mundial de embarcaciones pesqueras que “idealmente asignaría una identificación individual a cada barco que permanecería fija con independencia de los cambios de propietario o de bandera que sufra el buque con el paso del tiempo”. El objetivo es aumentar la “transparencia” y reducir la pesca ilegal.
¿Serán estos registros que favorece la FAO suficientes para evitar el colapso que anticipa “The end of the line”?
El consumo anual de pescado mundial alcanzó los 17 kilogramos por persona
El 15% de todas las proteínas animales que comieron 3.000 millones de personas provino de los peces
Hubo un marcado incremento en el consumo de peces de criadero.
La acuicultura creció a una tasa del 7%
60 millones de personas tienen empleo gracias a la pesca continental. Especialmente mujeres.
El 32 % de las reservas mundiales de peces están sobreexplotadas, agotadas o recuperándose, y necesitan ser reconstituidas con urgencia.
Crece la pesca recreativa. En Finlandia una tercera parte de las capturas totales de pescado provienen de esta modalidad
El informe advierte que la situación de las reservas mundiales de peces no ha mejorado y que el porcentaje total de las mismas en los océanos del mundo sobreexplotadas, agotadas o en fase de recuperación, no ha descendido, y se calcula que es ligeramente más alto que en 2006.
Un mundo sin peces
Los datos de FAO reavivan algunas ideas que pueden verse en el video que continúa. Se trata del trailer del documental “The end of the line. Un mundo sin peces”, una película acerca de las consecuencias de la sobrepesca mundial. El film hace un pronóstico en base a opiniones de científicos, en el cual, de seguir con las magnitudes de explotación pesquera que se tienen hasta el momento, hacia el año 2048 podrían desaparecer la mayoría de los peces y mariscos del mundo.
Es interesante que “The end of the line” establece una responsabilidad directa entre la desaparición de los peces y los hábitos de alimentación de los individuos. Es decir, la amenaza del colapso no sería el resultado de fenómenos naturales o industriales aislados del comportamiento de la mayoría, sino todo lo contrario. Los peces desaparecen, según el documental, simplemente porque nos los estamos comiendo cada vez en mayor número.
El informe de la FAO reconoce el problema y se muestra a favor de crear un registro mundial de embarcaciones pesqueras que “idealmente asignaría una identificación individual a cada barco que permanecería fija con independencia de los cambios de propietario o de bandera que sufra el buque con el paso del tiempo”. El objetivo es aumentar la “transparencia” y reducir la pesca ilegal.
¿Serán estos registros que favorece la FAO suficientes para evitar el colapso que anticipa “The end of the line”?